Por un largo tiempo, no podía imaginar mi futuro como personas trans. Tenía casi 40 años cuando salí(del closet) como trans(más de 20 años después de mi primer viaje saliendo del closet). Era un abogado establecido para el gobierno. Tenía una pareja maravillosa y dos hijes pequeñes, y no quería imaginar el problema que causaría tal transición. Era abrumador y parecía egoísta siquiera considerarlo. Así que, durante muchos años, luché para evitar que el conocimiento subconsciente de mi identidad saliera a la superficie. Funcionó por un tiempo, hasta que comencé mi viaje para convertirme en un mejor padre. Para hacerlo, tenía que conocerme y amarme. ¿Cómo podía enseñarles a mis hijes que eran hermoses, por dentro y por fuera, cuando me quedaba despierto por la noche convenciéndome de ocultar la parte de mi que los demás podrían no entender? Por primera vez, comencé a imaginar con cautela el futuro que podría tener si tan solo siguiera mi propio consejo.