Una clínica de género en la gran ciudad donde asistí a la universidad me salvó la vida, porque era el primer paso hacia convertirme en quien realmente debía ser en 2017. Y unos extraños me tomaron en serio por decir que era un tipo no binario por primera vez, sin duda, y recibí hormonas después de una cita con el médico que me preguntó sobre mi. Me sentí seguro para explorar mi género y que tenía algo que valía la pena vivir después de años de pensamientos suicidas sin explicación. También podía recibir medicamentos de la salud mental del mismo médico que me dio un futuro - por fin me gradué de la universidad después de batallar por 10 años, y empecé a hacer comisiones de arte después de empezar las hormonas. Ahora SÍ podía ser el artista que soñaba ser por la transición que me salvó la vida.