Siempre hubo algo dentro de mí que no podía alcanzar o descifrar, lo cual tiene sentido si uno lo ve en retrospectiva porque una vez que llegué a reconocer las distintas formas de identidad fuera de mi hogar, se me abrió un mundo de oportunidades. Mi perspectiva cambió y me volví mucho más optimista y, mientras me empecé a sentir más cómode, sentí esa pasión innata de ser parte de una comunidad, de algo más grande que yo misme. Allí fue cuando supe que estaba destinade a vivir mi vida de manera auténtica como un hombre trans y encontrar gente como yo, a la que pueda apoyar y acompañar y ocupar el espacio que merezco.